El arte de la fotografía culinaria es muy complicado y nos obliga a prestar mucha atención a los detalles para que las imágenes tengan el resultado que esperamos y, además, transmitan lo mejor de cada receta. Sobre todo cuando hay muchas preparaciones que, fundamentalmente, no resultan muy fotogénicas.
Para solucionarlo, hay muchos trucos que pueden ayudarte: cuidar la luz y aprovechar las fuentes naturales, jugar con los fondos, componer el entorno de la imagen con otros componentes, entre otros consejos. Tal como menciona Tomás al final de este episodio, puedes encontrar consejos y herramientas en la web de Canon España.
Pero más allá de estos trucos, existen otros que muchas veces hacen que nos sintamos engañados, sobre todo en la fotografía publicitaria, para que los alimentos o los platos despierten todos los sentidos de la audiencia. Así, la utilización de espuma de afeitar en vez de nata montada, pan teñido con betún de zapatos para darle un color más apetecible o aceite de coche en lugar de sirope de arce para que sea más untuoso y aguante más tiempo bajo los focos, son solo algunos ejemplos.
¿Sabías que se recurría a este tipo de "engaños"? ¿Te parece bien que se haga así? Comparte con nosotros lo que piensas al respecto y dinos si sabías de otros trucos similares.
Y volviendo al centro de este episodio, lo importante es que no te agobies cuando hagas una receta en casa. Ya sea porque la fotografía que la acompaña está hecha por manos expertas o porque han recurrido a algunos trucos para que salga más vistosa, lo importante es que tu comida esté sabrosa y presentada a tu manera. Emplatar no es algo sencillo y se consigue la perfección con mucha práctica. Así que paso a paso y disfruta del proceso sin sufrir. ¡Que aproveche!
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